sábado, 4 de agosto de 2012

Últimamente


       Es como sentir que te cae agua en la cara, agua helada, agua que te hace despertar.

Mis horas de pensar y pensar no llegan a muchas conclusiones, entiendo poco, poco de lo mucho, mucho de lo que no sirve. El comportamiento de quienes dicen algo y hacen no tan solo algo diferente sino todo lo contrario. ¿De qué te sirve estar ahí?.

La culpabilidad, la rabia, la ira, la pena, el llanto, el odio.

Nunca he odiado a alguien en serio, no sé cómo odiar y no es por ser “demasiado buena” como dicen que soy, es porque esa es una de las cosas que no entiendo, invertir tiempo en llenarte de mierda para sentir algo por alguien que lo que te inspira es odio, “ODIO”, que lata, que fome, que aburrido, que patético.
Ya asumí que no voy a ser jamás como esas minas que dicen que no están “ni ahí” y que les da “lo mismo” y de verdad sus mentes, sus almas, sus manos y sus ojos lo creen, asumí también como soy y que no importa, que ningún weón va dejar que el fósforo que todos llevamos adentro en mi caso no se prenda jamás, nadie va a  ser capaz de tenerme acostada mirando al cielo de cemento mil horas, cuestionándome todo y pensando “qué hice mal?”, nadie me va a enseñar a ser más relajá, ni más feliz, ni menos responsable, ni más libre. NUNCA nadie se va a quedar en mi mente tanto tiempo, ni va lograr ese efecto en mi,  tan único, desconocido y hermoso.


Lloré por mi papá, lloré por no entender nada, lloré por irme, lloré por dejar todo lo que conocía, lloré por llegar a un nuevo lugar con gente rara, lloré por mi, por mi vida, por mis elecciones, lloré por omisión de verdad, lloré en sueños y lloré en la cama hasta cuando quedaba reducida a un bulto, lloré apretando contra mi cara una almohada para que no se escuchara, lloré por el Nico y por ninguno más, lloré por quererlo como prometimos querernos a pesar de todo, lloré por promesas y lloré por planes olvidados, lloré por la distancia y lloré de rabia, de asco, de pena. Ahora lloro pero sin dolor, sin un hoyo en el pecho, ahora lloro y sigue saliendo agua salada pero soy más feliz, más libre y más relajá y hubo ayuda anexa pero el trabajo duro lo hice yo, lloro porque a pesar de todo cuando cierro los ojos sigo imaginando los mejores momentos de mi vida contigo, porque sigues ahí y eso también entendí que nunca, aunque me entere de lo que entere, aunque te comportes de la manera que sea y aunque no te vea y aunque ya no seamos parte de la vida del otro, siempre seguirás ahí y por eso a veces te odio pero ese odio nunca es en serio, nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario